Albert Camus

Última actualizacion : 2025-12-10

Vida personal y formación

Albert Camus (1913-1960) fue uno de los escritores y filósofos más importantes del siglo XX, premio Nobel de Literatura en 1957. Aquí tienes un resumen cronológico y humano de su vida:

Infancia y juventud (1913-1934)

Nació el 7 de noviembre de 1913 en Mondovi (Argelia francesa), en una familia muy pobre de pied-noirs (franceses nacidos en Argelia).
Su padre, Lucien Camus, era obrero agrícola y murió en 1914 en la batalla de Marne (Primera Guerra Mundial) cuando Albert tenía apenas un año. Nunca lo conoció.
Creció con su madre (Catherine Sintès), casi analfabeta y parcialmente sorda, su hermano mayor y una abuela autoritaria en el barrio popular de Belcourt, Argel.
A pesar de la pobreza, un maestro (Louis Germain) descubrió su talento y lo preparó para el liceo. Camus siempre le estuvo profundamente agradecido (le dedicó su discurso del Nobel).
Estudió filosofía en la Universidad de Argel. Su tesis fue sobre Plotino y San Agustín ("Metafísica cristiana y neoplatonismo", 1936).

Problemas de salud

En 1930, a los 17 años, le diagnosticaron tuberculosis. Esto le impidió presentarse al concurso de agregación en filosofía y marcó toda su vida: repetidos episodios de hemoptisis, sanatorios, miedo constante a la muerte prematura.

Militancia política y periodismo (1934-1942)

Se afilió al Partido Comunista Francés en 1935 (sobre todo por la lucha antifascista y contra el colonialismo), pero lo expulsaron en 1937 por defender los derechos de los árabes argelinos.
Trabajó como periodista en Alger républicain y más tarde en Paris-Soir.
En 1938-1939 escribió sus primeras obras importantes: la obra de teatro Calígula, el ensayo El mito de Sísifo y el ciclo "del absurdo" (El extranjero, El malentendido).

Segunda Guerra Mundial y la Resistencia (1940-1945)

En 1940 se casó en segundas nupcias con Francine Faure (pianista argelina). Tuvieron gemelos en 1945 (Catherine y Jean).
Vivió la ocupación alemana en Francia. Se instaló en París y entró en la Resistencia con el grupo Combat.
Fue redactor jefe clandestino del periódico Combat (1944-1947), donde escribió editoriales famosos defendiendo la justicia y la libertad sin caer en el odio.

Fama y ruptura con Sartre (1945-1955)

Después de la Liberación, El extranjero (1942) y La peste (1947) lo convirtieron en una estrella literaria.
Amistad intensa con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, pero ruptura definitiva en 1952 tras la publicación de El hombre rebelde (1951), donde Camus criticaba el totalitarismo comunista y defendía una rebelión "con medida". Sartre y los intelectuales de izquierda lo acusaron de "traición".

Últimos años y muerte (1956-1960)

En 1956 publicó La caída, su obra más amarga y autocrítica.
En 1957 recibió el Premio Nobel de Literatura a los 44 años (el segundo más joven de la historia).
Se retiró parcialmente de la vida pública, vivía entre París y Lourmarin (Provenza), donde compró una casa.
El 4 de enero de 1960 murió en un absurdo accidente de coche cerca de Villeblevin (Yonne). Iba como pasajero en el Facel Vega de su amigo Michel Gallimard. En su bolsillo llevaba el manuscrito inacabado de El primer hombre, autobiografía que se publicó en 1994 y que es una de sus obras más conmovedoras.

Resumen de su personalidad y pensamiento

Camus era un hombre mediterráneo: amaba el sol, el fútbol (fue portero en su juventud), el mar, las mujeres, el teatro. Era sensual y austero al mismo tiempo. Rechazó siempre el nihilismo y el existencialismo sartreano: para él, la vida es absurda (no tiene sentido trascendente), pero hay que rebelarse contra ese absurdo viviendo intensamente, con lucidez, solidaridad y "mesura".

Su frase más conocida resume su filosofía:
«En pleno invierno, descubrí al fin que había en mí un verano invencible».

Murió joven, en la cima de su talento, en un accidente tan absurdo como los que describía en sus novelas.

¿Cuáles fueron los libros más importantes que escribió?

Los libros más importantes de Albert Camus —los que todo el mundo considera esenciales, los más leídos, estudiados y que mejor representan su pensamiento y su literatura— son estos seis (en orden de importancia e influencia general):

El extranjero (L’Étranger, 1942)
- Su novela más famosa y más leída en todo el mundo.
- Obra maestra del “absurdo”: la historia de Meursault, un hombre que vive sin fingir sentimientos y que termina condenado más por su indiferencia que por el crimen.
- Junto con El mito de Sísifo forma el núcleo del primer ciclo filosófico-literario de Camus.
El mito de Sísifo (Le Mythe de Sisyphe, 1942)
- Para detalles acerca de Sífifo leer -> El mito de Sísifo
- El ensayo filosófico donde expone su idea central: el mundo es absurdo (no tiene sentido trascendente), el suicidio es la cuestión filosófica más seria, y la respuesta es la revuelta lúcida: vivir intensamente sabiendo que no hay esperanza.
- La frase final («Hay que imaginar a Sísifo feliz») es una de las más citadas del siglo XX.
La peste (La Peste, 1947)
- Su novela más vendida en vida y la que más se lee hoy junto a El extranjero.
- Alegoría de la ocupación nazi, pero también meditación universal sobre el mal, la solidaridad y la lucha colectiva.
- El doctor Rieux y su frase «Hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio» resumen el humanismo de Camus.
El hombre rebelde (L’Homme révolté, 1951)
- Su gran ensayo político y ético.
- Defiende la rebelión (el «no» del esclavo que dice «hasta aquí») pero rechaza la revolución totalitaria que justifica el asesinato.
- Fue el libro que provocó la ruptura definitiva con Sartre y la izquierda francesa.
La caída (La Chute, 1956)
- Su última novela completa, escrita en forma de confesión monólogo.
- Obra maestra de ironía y autocrítica: el juez-penitente Jean-Baptiste Clamence representa la hipocresía moral del hombre moderno.
- Muchos la consideran su texto literariamente más perfecto.
El primer hombre (Le Premier Homme, 1994 – póstumo)
- Novela autobiográfica inacabada que llevaba en el maletín cuando murió.
- Es el libro más emotivo y humano de Camus: retrato de su infancia pobre en Argelia, de su madre, de su padre desconocido, del mundo pied-noir.
- Desde su publicación se considera una de sus cumbres y ha renovado el interés por su figura.

¿Cuál es el pensamiento ético de Albert Camus?

Existencialismo (rebelión solidaria ante el Absurdo)

El punto de partida: el absurdo
Camus plantea que la vida carece de un propósito trascendental o divino (el "absurdo" surge del conflicto entre nuestro deseo de sentido y la indiferencia y silencio del universo). El hombre desea un sentido absoluto, pero el universo es indiferente. Esa contradicción es el absurdo.
→ La ética de Camus no parte de Dios, de la Historia ni de ninguna ideología, sino de esa experiencia desnuda del absurdo.
Rechazo de las dos salidas falsas
- Suicidio físico: suprimir la propia vida (para Camus, capitular).
- Suicidio filosófico: inventarse un sentido (religión, marxismo, existencialismo sartreano).
  Ambos son “traiciones” a la lucidez.
La única respuesta digna: La Rebelión (Ética)
La Rebelión (Ética) es decir “no” al absurdo y al mismo tiempo “sí” a la vida.
«Me rebelo, luego existimos».
La rebeldía (ética):
- no promete nada, pero mantiene la dignidad humana.
- no es un acto de destrucción, sino un compromiso con la justicia, la solidaridad y la defensa de la dignidad humana frente a la opresión o el sinsentido.
- implica decir "no" a lo inaceptable, pero también afirmar valores compartidos.
- es un grito que afirma que hay algo en el ser humano que "merece la pena ser defendido".
Tres valores éticos que nacen de la Rebelión
- Lucidez: mirar la realidad sin mentirse.
- Libertad: rechazar toda servidumbre voluntaria.
- Solidaridad: el «yo me rebelo» se convierte en «nosotros nos rebelamos». El destino humano es común.
La medida y el límite (el gran tema de madurez)
A partir de 1950 Camus critica las revoluciones que, para crear un paraíso futuro, aceptan matar inocentes hoy.
→ La rebelión debe tener límites éticos:
«No puedo aceptar que se mate en nombre de lo que me impide matar».
Por eso rechaza tanto el terrorismo (del FLN en Argelia) como los totalitarismos.
La ética del “hombre sin Dios”
Sin esperanza trascendente, la única santidad posible es la santidad sin Dios: hacer el bien aquí y ahora, sin esperar recompensa.
Ejemplos en sus obras:
- El doctor Rieux en La peste (lucha sin esperanza, pero lucha).
- El juez-penitente en La caída es lo contrario: la hipocresía moral.
La ética mediterránea: el equilibrio entre opuestos
Camus busca siempre la “mesura” griega:
- Ni nihilismo ni idealismo absoluto.
- Ni cinismo ni fanatismo.
- Amar la vida tal como es (con su belleza y su dolor) sin pedirle que sea otra cosa.

Su frase-emblema: «En pleno invierno descubrí al fin que había en mí un verano invencible».

La ética de Camus es un llamado a vivir intensamente y a actuar con honestidad y solidaridad en un mundo sin significado trascendente, haciendo de la justicia y la dignidad humana los únicos absolutos.

Vivir con lucidez en un mundo sin sentido, rebelarse sin odio, y ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio. Esa es la moral de Albert Camus: una ética atea, trágica y profundamente humana que se resume en la frase del doctor Rieux en La peste: «Lo que se aprende en la desgracia es que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio».

Críticas a la ética de Albert Camus

Falta de profundidad normativa:
- A diferencia de Kant o el utilitarismo, Camus no proporciona reglas o criterios claros para la acción moral. Su idea de la rebeldía como resistencia a la opresión es inspiradora, pero carece de especificidad para aplicarla sistemáticamente
Ambigüedad en la idea de “rebelión” :
- La “rebelión” de Camus puede interpretarse de formas opuestas: ¿Es resistencia moral pacífica o revolución política? o ¿Cuándo deja de ser justa y se convierte en violencia?
- Pensadores marxistas (como Jean-Paul Sartre, tras su ruptura con Camus) lo acusaron de vaguedad política y de evitar el compromiso revolucionario real.
Idealismo moral poco realista:
- Aunque valora la compasión y la mesura, Camus no ofrece una guía práctica para resolver dilemas éticos concretos. ¿Cómo aplicar la “medida” ante un tirano o una guerra?
- Filósofos políticos y éticos lo ven como moralmente inspirador, pero teóricamente insuficiente. Su ética emociona, pero no orienta con claridad la acción.

¿Qué piensa Albert Camus acerca del Estado?

Albert Camus fue profundamente crítico con el Estado moderno, especialmente con las formas totalizadoras y burocráticas que vio en el siglo XX (tanto en los regímenes fascistas como en el comunismo soviético).

El Estado como máquina de opresión y absurdo
Para Camus, el Estado contemporáneo tiende a convertirse en una estructura impersonal, racionalizada y violenta que aplasta al individuo. En obras como El hombre rebelde (1951) denuncia cómo el Estado moderno, al pretender encarnar la “razón histórica” o el “progreso necesario”, justifica el terror, la tortura y el asesinato masivo. Tanto el nazismo como el estalinismo son para él ejemplos extremos de esta “razón de Estado” que sacrifica la vida humana concreta en nombre de una Idea abstracta.
Rechazo al Estado absoluto y al mesianismo político
Camus se opone radicalmente a cualquier ideología que pretenda construir un “paraíso en la tierra” mediante la violencia estatal (comunismo revolucionario, fascismo, etc.). Considera que cuando el fin justifica los medios, el Estado se vuelve criminal. Su frase famosa es:
«No se puede construir la justicia sobre la injusticia».
Defensa de la rebelión, no de la revolución
Distingue entre rebelión (acto individual y ético que dice “no” a la opresión y “sí” al valor de la vida humana) y revolución (que suele terminar creando un nuevo Estado aún más opresivo). La rebelión debe ser permanente y limitar el poder, nunca confiarlo ciegamente a un Estado o a un partido.
Preferencia por formas de organización libertarias y descentralizadas
Aunque nunca fue anarquista dogmático, durante la posguerra española apoyó a los anarcosindicalistas de la CNT-FAI y admiró su intento de organización federal y antiautoritaria. En los años 50 defendió modelos como las comunidades autogestionadas yugoslavas (antes de que Tito se convirtiera en dictador) o los consejos obreros. Creía que el poder debía ser lo más cercano posible al individuo y controlado permanentemente.
El Estado y la pena de muerte
Camus fue un feroz opositor a la pena de muerte (ver su texto Reflexiones sobre la guillotina). Para él, que el Estado se arrogue el derecho de matar legalmente a un ser humano es la expresión máxima de su arrogancia y de su carácter sagrado falso (el Estado se pone en el lugar de Dios).

Camus veía al Estado moderno como una amenaza constante contra la dignidad humana cuando se vuelve absoluto, burocrático o ideológico. No creía que fuera posible “abolir” el Estado por completo, pero sí que había que limitarlo drásticamente, descentralizarlo y mantener una actitud de rebelión permanente frente a él. Su posición podría definirse como un humanismo libertario o un anarquismo ético moderado.

Frase representativa (de El hombre rebelde): «El Estado absoluto solo se realiza plenamente en la negación total del hombre».

¿Qué críticas recibió a sus ideas?

Desde la izquierda marxista (principalmente Jean-Paul Sartre y Francis Jeanson en 1952)
Lo acusaron de ser un “moralista burgués” que rechazaba la violencia revolucionaria necesaria para acabar con la opresión.
Para ellos, al condenar por igual el terror nazi y el estalinista, Camus hacía una “moral de salón” que ignoraba que la violencia de los oprimidos no es igual a la de los opresores.
Lo tildaron de pesimista, de “bella alma” que prefiere la pureza ética a cambiar realmente el mundo.
Desde los comunistas ortodoxos
Lo consideraron un “agente del imperialismo” o un “pequeño burgués sentimental” por criticar la URSS y defender a los disidentes del Este durante la Guerra Fría.
Desde los existencialistas “duros”
Sartre y otros le reprocharon que su concepto de “absurdo” era demasiado poético y mediterráneo, y que su rebelión terminaba siendo una ética individualista sin consecuencias políticas reales.
Desde los anarquistas clásicos y conservadores
Algunos lo vieron como un utopista ingenuo por creer que se podía limitar el poder sin un Estado fuerte, o por su rechazo absoluto a la pena de muerte incluso en casos extremos (ej. criminales nazis).

Paradójicamente, esa crítica desde todos los frentes es lo que muchos admiradores ven como prueba de su independencia y coherencia.

¿Qué críticas recibió a su vida personal?

Las críticas personales más repetidas son las de ser un seductor compulsivo, un padre y marido emocionalmente distante, y alguien cuyo tren de vida y ciertas lealtades familiares desdecían un poco de su discurso de austeridad moral y solidaridad absoluta con los oprimidos.

Camus mantuvo numerosas amantes a lo largo de su vida (incluso estando casado).
Sus hijos, Jean y Catherine, han dicho en entrevistas que lo veían poco y que era un padre afectuoso pero ausente.
Que mantunvo un Estilo de vida “burgués” pese al discurso rebelde
Silencio o ambigüedad sobre Argelia y su familia “colona”
- Algunos ven hipocresía entre su humanismo universal y su dificultad para condenar claramente la colonización francesa.
Uso de su imagen de “galán existencialista”

¿Cuál es el legado de Alberts Camus?

El legado de Albert Camus, casi 70 años después de su muerte, es enorme y sigue creciendo.

Referente mundial del humanismo rebelde
Camus es uno de los pocos pensadores del siglo XX que defendió la dignidad humana sin caer ni en el totalitarismo ni en el nihilismo. Su frase «Me rebelo, luego existimos» se ha convertido en un lema universal contra toda opresión.
Renovación del pensamiento antitotalitario
Junto con Orwell, Koestler y Hannah Arendt, Camus fue de los primeros en denunciar por igual el nazismo y el estalinismo. Su crítica sigue siendo citada cada vez que aparece un nuevo régimen autoritario o una ideología que justifica la violencia “por el bien mayor”.
Influencia en movimientos libertarios y de derechos humanos
- Los disidentes del Este (Havel, Solidaridad en Polonia) lo leían en samizdat.
- La Primavera de Praga (1968 y la Revolución de Terciopelo checa se inspiraron directamente en su idea de “rebelión” frente a “revolución”.
- Figuras como Amnesty International o los defensores de la abolición universal de la pena de muerte lo citan constantemente.
Icono de la resistencia no violenta y de la “tercera vía”
En un mundo polarizado, Camus representa la posibilidad de ser de izquierda sin ser marxista, pacifista sin ser neutral, y ético sin ser religioso. Por eso lo reclaman anarquistas, socialdemócratas, liberales y hasta algunos conservadores humanistas.
Éxito literario y cultural permanente
- El extranjero, La peste y El mito de Sísifo siguen entre los libros más vendidos y estudiados del mundo.
- Su estilo claro, directo y poético se considera un modelo de prosa francesa moderna.
Resurgimiento actual (2010–2025)
En la era de populismos, cancelaciones y fanatismos ideológicos, Camus vuelve a ser leído masivamente por jóvenes que buscan una ética personal que no dependa de dogmas ni de grupo. Su rechazo tanto al “woke” autoritario como al nacionalismo extremo lo hace sorprendentemente contemporáneo.

Frases más importantes

Aquí tienes las frases más célebres y representativas de Albert Camus, agrupadas por temas. Todas son citas textuales verificadas de sus obras o discursos:

«No se puede construir la justicia sobre la injusticia.»
«No hay nada más escandaloso que la muerte de un niño, ni nada más absurdo que matar por ideas.»
«El Estado que se arroga el derecho de matar se convierte en un dios fallido.»
«En el fondo de mi rebelión se encontraba una esperanza.»
«Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada en este mundo.»
«En lo más profundo del invierno aprendí al fin que había en mí un verano invencible.»
«Me rebelo, luego existimos.» (El hombre rebelde)
«El único modo de tratar con un mundo sin libertad es volverse tan absolutamente libre que tu misma existencia sea un acto de rebelión.»
«No creo en la lucha de clases, sino en la lucha de cada hombre contra la injusticia.»
«Los medios que justifican el fin son los mismos que lo matan.»
«Cuando la revolución, en nombre de la justicia, se convierte en crimen, deja de ser revolución y se convierte en policía.»
«Hay que imaginar a Sísifo feliz.» (El mito de Sísifo)
«Al final, solo se es grande por lo que se ama.»
«Matar a un hombre para demostrar que matar está prohibido es una monstruosidad.» (Reflexiones sobre la guillotina)
«Todo lo que sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.»
«La libertad no es nada más que una oportunidad para ser mejor.»

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